Comienza la letra y yo recuerdo cosas, cosas como sonrisas de hoy.
Mi madre, levantar la cara de la almohada a las nueve de la mañana y ver a mi madre sonreír. O a las doce cuando me estaba lavando los dientes y mi compañero de piso se puso a hacer de las suyas para escuchar carcajadas belenianas *sí, tengo la manía muy rara de poner motes a todo* sonrisas prefabricadas, como la de mi querido novio, que ese blanco perla se veía perfectamente desde el balcón a las dos de la tarde.
O la estupida entrada nerviosa al tranvia, *casi se me va y casi me reviento, como siempre* donde mi buena amiga Leticia estaba contemplándome con sus auriculares y su sonrisa de "menuda amiga más tonta me tocó"
Ver a mis viejos amigos en la biblioteca de la universidad donde ellos mismos fueron los que hicieron que mi escandalosa risa se escuchara muy alto *lo que provocó una llamada de atención por parte de la bibliotecaria*
O el estar en clase ya sentada y ver a personas que, sin yo saberlo del todo, me hacen sonreír muy fácilmente. Me encanta vivir a base de sonrisas...
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Las sonrisas me recuerdan muchas cosas, tales como pintura o un artista que hacía cosas increibles y es nativo de la isla donde actualmente vivo. Óscar Domínguez supo reflejar y responder a muchas de mis dudas, pero eso ya es cosa muy mía...
Algo como esto, que nadie sabe apreciar, y que sin embargo, como las sonrisas, mucho significan para mí.
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